Cómo organizar las finanzas en pareja
El dinero es una de las causas más habituales de peleas entre parejas. Cuando estabas soltero, podías gastar tu dinero como quisieras, pero como pareja, debes estar en la misma página, y eso puede llevar a algunas discusiones acaloradas.
No sorprende que el dinero pueda provocar emociones tan complejas, dadas las diferentes experiencias de vida y perspectivas que cada persona aporta a una relación. Pero la clave para administrar el dinero juntos es la confianza y la comunicación, ya que ambos socios compartirán la responsabilidad del viaje financiero que les espera.
Ya sea que estén a punto de mudarse juntos, intercambiar votos o comenzar su viaje de ahorro conjunto, hay varios consejos esenciales sobre cómo administrar el dinero como pareja que deben considerar. Créanos: no da tanto miedo como parece.
En Ecuador, el número de matrimonios ha experimentado fluctuaciones en los últimos años. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2022 se registraron alrededor de 60,000 matrimonios en el país. Este número refleja tanto las tendencias culturales como las económicas que afectan las decisiones de las parejas ecuatorianas.
¿Fusionar o no fusionar?
Un buen punto de partida es decidir si abrir una cuenta bancaria conjunta con su pareja. Si bien esto facilita la gestión de los gastos domésticos compartidos, es una decisión que dependerá de su nivel de comodidad, confianza y alineación de sus objetivos financieros.
Antes de lanzarse al grupo conjunto, tenga una conversación abierta con su pareja sobre el dinero. Compartan sus historias de vida financiera y revelen cualquier deuda escondida en el armario. Determine su enfoque colectivo: ¿están ambos comprometidos con la idea de una cuenta conjunta, prefieren la independencia de cuentas separadas o están considerando una combinación de ambas?
Las parejas suelen estructurar sus cuentas conjuntas de varias formas. La agrupación completa es un enfoque totalmente integrado donde todos los ingresos y gastos se combinan y gestionan desde una única cuenta conjunta, ideal para quienes buscan transparencia financiera absoluta y toma de decisiones conjunta.
Otra opción es el pooling completo con dietas personales, donde se combinan ambos ingresos en una cuenta conjunta, pero se asigna una parte a cuentas personales para mantener la libertad de gasto dentro de límites establecidos. También está la agrupación parcial, donde cada individuo mantiene sus cuentas personales, pero aporta una parte de sus ingresos a una cuenta conjunta para fines específicos como servicios públicos, alquiler o ahorros. Esto permite una responsabilidad financiera compartida sin sacrificar la autonomía financiera individual.
Decida un porcentaje de contribución justo en función de los ingresos de cada persona. Por ejemplo, si un socio gana el 60% del ingreso total, podría contribuir con el 60% a la cuenta conjunta, mientras que el otro contribuye con el 40%. La clave es establecer límites y tener claro el propósito de la cuenta conjunta, y si cubre sólo los gastos compartidos o se extiende también a los gastos personales.
Conseguir el presupuesto en pareja
El siguiente paso en el manejo de las finanzas en pareja es establecer un presupuesto conjunto para gastos compartidos, ahorros y esas metas comunes de ensueño. Tener un presupuesto proporciona una forma estructurada de gestionar los gastos domésticos conjuntos. Comience por descubrir qué trae cada uno a casa y adónde va. ¿Entretenimiento? Controlar. ¿Salud y estilo de vida? Doble verificación. ¿Ese viaje diario al trabajo y ese flat white de avena diario? Comprobar y comprobar. Presta mucha atención a detallar los gastos, asegurándote de que cubra cosas compartidas y un poco de dinero de bolsillo para cada uno de ustedes.
Una pauta útil para la asignación de salarios es la regla 50/30/20, que sugiere asignar el 50% de los ingresos a las facturas, el 20% a los ahorros y reservar el 30% para las cosas divertidas. Si aún no lo ha hecho, ahora es el momento de observar detenidamente los hábitos de gasto de su pareja. ¿Son gastadores espontáneos o son equipos que ahorran para un día lluvioso? Si bien su respuesta puede no importar mucho ahora, son las pequeñas ondas las que pueden generar olas más adelante en el camino, especialmente cuando está considerando un depósito para la casa de sus sueños.
Recuerde revisar y modificar su presupuesto con regularidad. ¡La vida cambia y tu presupuesto también debería hacerlo! Si necesita ayuda para empezar, consulte nuestra calculadora de planificación de presupuestos en línea.
Configurando tu plan de ahorro en pareja
Con su límite presupuestario puesto, es hora de sentarse y trazar como equipo sus sueños financieros a corto y largo plazo. Ya sea que se trate de buscar su primera casa, viajar en jet-set para unas vacaciones de ensueño o crear un fondo de emergencia, alinear sus objetivos le ayudará a distribuir sus fondos en consecuencia. Primero, establezca una meta realista de ahorro semanal, quincenal o mensual. La palabra clave aquí es realista: ¡eso significa que no hay que sumergirse en ella sólo porque ha salido el último iPhone! Fije su mirada en objetivos INTELIGENTES y anótelos juntos para asegurarse de que sus ahorros se mantengan encaminados.
También es una buena idea dividir tus ahorros en diferentes cubos: uno para objetivos a corto plazo, otro para el futuro y otro para emergencias, como una lavadora rota o una tubería de agua rota. Puede combinar sus ahorros para un objetivo compartido o puede optar por cuentas de ahorro separadas: la elección es suya. Para aprovechar al máximo su dinero, considere abrir una cuenta de ahorros con intereses más altos y configurar cuentas automáticas regulares.
