¿Qué hacer con tus
hijos
después de clases?El after class, ¿qué hacer con tus hijos después de clases?
Todos los expertos sobre crianza resaltan la necesidad de que las madres y los padres compartan
tiempo de calidad con sus hijos.
Esto no quiere decir que la cantidad de tiempo que destinemos a cuidarlos y a estimular su desarrollo no sea importante.
Mientras más tiempo compartamos con ellos, sin duda, será mejor para su desarrollo pleno. Ahora bien, tampoco se puede desconocer que en la actualidad las
tareas laborales
y de estudio no permiten a los padres y las madres dedicar el tiempo necesario a la crianza de sus hijos, por lo que se vuelve prioritario pensar cómo aprovechamos de mejor manera el escaso tiempo del que disponemos para ello.La primera recomendación para que madres y los padres cultiven un tiempo de calidad con sus hijos, es la de mantener una relación cercana con ellos. Para lograrlo, la observación y el diálogo son claves.
Saber reconocer las señales que manifiestan los niños en relación a su estado de ánimo, es fundamental para identificar las carencias de los pequeños. Y si además de la observación atenta, se mantiene un diálogo de confianza con los hijos, preguntándoles a diario sobre sus asuntos, seguro que se contará con las condiciones idóneas para poder compartir momentos en familia.
Conocer los gustos de los pequeños, ayuda mucho a identificar las actividades que se pueden desarrollar junto a ellos. Hay que tener presente que la formación integral de nuestros hijos no termina en la escuela o el colegio. Por el contrario, en la casa es donde los niños y niñas aprenden a resolver problemas prácticos y a actuar de acuerdo a una escala de valores.
De ahí que sea importante que estos espacios de encuentro con los hijos, no dejen a un lado la función formativa, aunque, sin duda, los afectos y la recreación serán dos características fundamentales de este tipo de actividades.
Es necesario entender que aprender no está distante de divertirse, al contrario, estudios recientes sobre crianza, han identificado la importancia que tiene el juego en los procesos de aprendizaje.
La lectura en voz alta de cuentos infantiles, por ejemplo, consiste en una actividad completa, pues no solo ayuda a nuestros niños a desarrollar la imaginación, sino que también ayuda a los niños en su capacidad de reflexión y concentración al mismo tiempo.
Leer en voz alta a los pequeños, por supuesto, demanda de un esfuerzo por interpretar los ritmos y las tensiones del relato, así como las voces de sus personajes. Nada que en poco tiempo no se pueda desarrollar. La ventaja de la lectura es que es una actividad entretenida, a partir de la cual se pueden plantear muchos temas de conversación con los hijos. Es una manera de acercarse a las preocupaciones e intereses de los pequeños, sin tener que abordarlos directamente.
Otra actividad que se podría realizar una vez que los niños hayan regresado de la escuela, es salir a dar un paseo por el parque, después de la comida. Caminar y respirar aire puro seguro ayuda a los niños a relajarse, luego de la extensa jornada escolar. El niño bien oxigenado no solo que es menos propenso a enfermarse sino también tiene mayor capacidad de concentración.
Además, durante el paseo, tanto padres como hijos pueden compartir ciertas actividades recreativas, como practicar algún deporte o, simplemente, caminar. Seguro que este momento será propicio para conocer más de cerca a su hijo. No dejes pasar la oportunidad para preguntar a tu hijo cómo está en la escuela, cuáles son sus amigos y cómo se relaciona con ellos.
Esto es importante para identificar a tiempo si nuestros hijos tienen algún problema en el colegio, y con ello poder brindarles un apoyo oportuno.
Dependiendo de la edad, una excelente manera de
compartir con los hijos
mientras se aprende, son las actividades manuales. Armar un rompecabezas o construir un modelo de avión podría ser un pretexto maravilloso para compartir en familia.El
desarrollo de la motricidad fina
y gruesa a partir de estas actividades seguro será una manera muy eficaz de desarrollar las destrezas de los pequeños.Es importante tener presente que cualquier actividad que desarrollemos con nuestros hijos no debe dejar a un lado el aspecto recreativo y formativo de la actividad. Aquí radica sobre todo el éxito de estas actividades.
Si hay algo que caracteriza la calidad del tiempo que compartimos con los hijos, es precisamente aquello de formativo que pueda tener esta actividad, así como también en qué medida dicha actividad permite una relación más cercana y afectuosa entre los miembros de la familia.
Compartir con los hijos, sin duda, es una manera extraordinaria de estrechar los vínculos de afecto entre los miembros de la familia, así como permite estar atento a aquellas necesidades que nuestros pequeños requieren para desarrollar un crecimiento sano e integral.
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