Tips para el
hogar
cuando tu bebé gateeMi hijo está creciendo
: tips para acondicionar la casa cuando mi hijo gateeExplorar es la mejor forma de conocer el mundo. Aun cuando somos adultos, la experiencia de descubrir algo nuevo nos deja una sensación especial, como de tener de pronto más espacio, más aire. Imagina entonces lo que le ocurre a tu bebé cuando empieza a gatear.
A partir de los ocho o nueve meses de nacido, y luego de haber conquistado el giro, tu bebé está listo para empezar a gatear. La emoción que lo embarga debe ser tan intensa como la que tú experimentas al observar sus primeros grandes logros.
Para él, el mundo se ensancha, se amplía, y cada viaje de la sala al dormitorio se convierte en una gran aventura. Una aventura en la que lo más emocionante, precisamente, es el peligro, y en la que van a desarrollarse habilidades que le serán útiles durante toda su vida.
Por ello, en lugar de entrar en pánico, lo mejor es prevenir y vivir sin temor esta irrepetible etapa en la existencia de tu pequeño.
A continuación, te ofrecemos algunos consejos para acondicionar tu casa y disfrutar al máximo de su crecimiento.
Como los bebés, a los ocho meses, no tienen noción del peligro, es importante que quienes sí la tienen se encarguen de reducir los riesgos potenciales que existen en casa. Ojo, no se trata de eliminar las dificultades, sino de tomar precauciones:
1. Los objetos de apoyo, como sillas, mesas de sala, aparadores pequeños, no tienen que estar presentes todo el tiempo durante esta etapa de su crecimiento, pues su ausencia
estimula su desarrollo muscular
(al tener que intentar incorporarse sin su ayuda).A la vez, alejar de ellos este tipo de muebles, que a menudo soportan objetos pesados como lámparas, floreros o adornos peligrosos, resulta ya una gran precaución. Si debemos dejar alguna mesa o silla, lo mejor es retirar cualquier objeto de encima o ponerlo fuera de su alcance, para evitar accidentes. Así, a la vez contribuimos al desarrollo del bebé y lo dejamos explorar libremente y sin preocuparnos.
2. Las zonas más peligrosas, y a la vez las más interesantes, son el baño y la cocina. Desde muy pequeños, los bebés comparten los espacios del hogar y, como la mayoría de nosotros, disfrutan de los lugares más frecuentados. Pero, como es obvio, ellos no distinguen entre un plástico inofensivo y un cuchillo afilado, o entre desinfectante y limonada.
Es importante, por lo tanto, colocar todos los objetos peligrosos en lugares altos, fuera de su alcance. Lo mismo en el baño, con medicamentos o productos que puedan ser ingeridos y comprometer su salud. No está demás anotar que mientras más limpios estén todos los lugares, mejor. Y en el caso de no poder vigilar, mejor impedir por momentos el paso a esas estancias.
3. Además de vigilar, es importante proteger ciertos lugares o cerrarlos por completo cuando sea necesario. Bodegas o garajes, estudios, bibliotecas, terrazas, etc. En el caso de haber escaleras, ubicar vallas de protección ayudará a que los pequeños puedan moverse sin peligro, y además reducirá notablemente nuestra ansiedad.
Por otra parte, si los tomacorrientes están muy bajos, es mejor ubicar protectores en todos ellos para evitar cualquier incidente. Lo mismo en las esquinas de mesas o muebles con vértices pronunciados. Por último, ten en cuenta que los cajones y puertas de los muebles son los más atractivos. Ubicar seguros en ellos te ahorrará más de una corrida desesperada o sustos innecesarios.
4. Al gatear, las rodillas de tu bebé estarán expuestas al piso la mayor parte del tiempo. Para darles un respiro, puedes comprar una alfombra antideslizante o pisos falsos de materiales esponjosos.
Con ello no estás facilitando su trabajo, pero sí se lo harás más agradable. La zona en la que ubiques la alfombra depende del lugar preferido por tu bebé, pero también puedes pensar en diseños especiales y jugar a decorar creativamente los espacios de tu hogar.
5. Por último, uno de los mejores consejos a la hora de acondicionar tu casa para
proteger a tu bebé
, es ponerte un momento en su lugar. Recorre a gatas todos los lugares que tu pequeño ama visitar y evalúa posibles peligros que no estén detallados aquí. Te será mucho más natural convivir con él y cuidarlo sin tener que estar tenso o pálido todo el tiempo.Ah, y mira bien los juguetes: cualquier objeto que quepa dentro de un tubo de papel higiénico supone un riesgo de asfixia. Retíralos, y procura mantener los espacios ordenados para que no se te escape ningún detalle.
Si tomas en cuenta todos estos consejos, seguro que en menos de lo que te imaginas tu bebé estará dando sus primeros pasos, y su desarrollo habrá sido inmejorable. No lo olvides: la confianza, al igual que el miedo, se transmiten.