¿Qué hacer en caso de un
Siniestro
?Existe una forma de responder ante los siniestros y solo una manera de hacerlos frente. ¿Puede adivinar de qué se trata? Muchos dirán que la calma es la mejor manera de reaccionar, claro, tiene sentido. Sin embargo, la calma ante una situación imprevista no viene de manera natural. Mantener la calma suele ser mucho más fácil de decir que de poner en práctica. Las reacciones intempestivas suelen ser más dañinas que el evento adverso que las provoca. Debemos ir más atrás en el proceso para entender cuál es la manera más efectiva de responder ante un siniestro.
Sencillamente la única forma positiva de responder es la preparación. Claro, puede ser una respuesta capciosa, pero analicemos más allá la respuesta por medio de una corta lista de chequeo:
¿Tiene planes individuales de respuesta ante emergencias?,¿Tiene planes familiares o de trabajo para responder ante eventos adversos?,¿Ha realizado protocolos de acción para diferentes eventos?,¿Conoce los números de contacto en caso de emergencia?,¿Sabe de memoria el número de teléfono de un familiar cercano?,¿Tiene contratados planes de seguros de salud o de bienes (casa, vehículos, etc.)?,¿Cuáles son las cosas que usted salvaría de su hogar si algo sucediera?
Todo lo anterior se relaciona con la preparación. ¿A cuántas de esas preguntas puede responder con un sí? Vivimos en una cultura que se ha acostumbrado mucho más a ser reactivos, es decir, a buscar las mejores formas de responder únicamente cuando algo sucede, si nada pasa, nada hacemos. Es una manera bastante cómoda de ver las cosas. Es tan marcada esta actitud que invertir en
planes de emergencia,
en servicios de seguros o en kits familiares en caso de evacuación se considera un gasto y no una inversión estratégica.Vivimos en un
país de riesgos:
Volcanes activos, fallas geológicas, accidentes de tránsito, inundaciones por oleajes, la lista puede continuar, pero la intención no es generar un ambiente de pánico. Sí, existen amenazas latentes que requieren un cambio de actitud.
La elaboración de planes de evacuación y la implementación de medidas de seguridad en casas u oficinas es otro paso importante. ¿Ha tenido simulacros de evacuación en los últimos tiempos ya sea en su domicilio o su lugar de trabajo? ¿Ha participado en algún curso de primeros auxilios básicos? Esas son medidas adicionales de preparación. La capacitación personal es otro pilar fundamental. Es muy distinto afrontar algo imprevisto que algo para lo cual hemos fortalecido las habilidades de entender y superar. Ese es un desafío personal, todos debemos estar conscientes de los riesgos y de las acciones que requiere cada tipo de siniestro.
Hemos hablado de las acciones que se puede tomar directamente sobre uno mismo, cosas valiosas y prácticas. Existen otras decisiones que involucran a terceros y que nos permiten enfocarnos en el mismo objetivo de la preparación. Asegurarse uno mismo y los bienes personales son medidas de sostenibilidad desde la perspectiva financiera también. Una inversión pequeña que termina dando un valor adicional por si un siniestro llegue a pasar.
Contar con el respaldo de un plan de seguridad que te brinde la confianza de que, pase lo que pase, no empezarás de cero. Las
pólizas de seguro
están ganando popularidad en nuestro país, no solo por las comodidades que brindan: bajas cuotas de inversión, seguridad que brindan, solidez de las compañías del sector, cobertura para salud y bienes.
Llegando a este punto, si usted ya está preparado para reaccionar ante, por ejemplo, un choque, se sabrá cómo reaccionar, las acciones que se deberán implementar para mitigar los daños físicos y la seguridad de contar con un respaldo para reponer los daños materiales. ¡Muy distinto el panorama, así!
Una vez que podamos trabajar en los distintos aspectos de la preparación será mucho más natural que la calma nos invada cuando algo adverso ocurra. Prevenir en verdad es mucho mejor que lamentar.