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Desde el aparecimiento de las primeras compañías de seguros se ha dado lugar a la creación de numerosas clases de seguros, instituidas dependiendo del tipo de riesgo que deben cubrir. De la misma manera, nuevos tipos aparecen dependiendo del desarrollo de la sociedad y la tecnología, pues constantemente surgen nuevas necesidades, especialmente en el área patrimonial y de servicios.
Históricamente, los seguros se dividen en tres grandes grupos dependiendo de la clase de riesgos que asumen: seguros de vida y de salud, seguros contra daños materiales o accidentes y seguros de servicios.
No obstante, las compañías de seguros en la actualidad han ampliado su oferta, cubriendo necesidades cada vez más específicas, vinculadas en gran parte al área patrimonial y de servicios, pero también a sectores como negocios, defensa jurídica, asistencia técnica, informática, entre muchos otros.
Seguros de vida o de salud
Los seguros personales, que en términos generales se dividen en
seguros de salud y de vida
, son aquellos que cubren todo tipo de accidentes ocurridos directamente al asegurado, es decir, aquellos que lo afectan en su integridad física o psicológica. Este tipo de seguros cubre riesgos como el fallecimiento (o, en ocasiones, permite generar ahorro para la supervivencia), accidentes (mortales, médicos o quirúrgicos, por legítima defensa, invalidez permanente y total, entre otros), y enfermedad (asistencia sanitaria en caso de problemas de salud o dependencia).
Los seguros de fallecimiento se harán efectivos solamente si el asegurado muere antes de la fecha estipulada en su póliza. Por el contrario, los seguros de supervivencia o de ahorro, conocidos como planes de previsión asegurados (PPA), se harán efectivos cuando se cumpla alguna eventualidad considerada en el contrato (como jubilación, dependencia o incapacidad laboral permanente).
Existen también planes de ahorro sistemático, en los que no debe cumplirse ninguna eventualidad; es decir, el asegurado puede cobrar una vez que pase un tiempo mínimo, definido en su contrato.
Por último, existen seguros mixtos, en los que ambas condiciones se cumplen: el asegurado es compensado en caso de fallecimiento o en caso de cumplirse cierta eventualidad, pero también podrá cobrar si no fallece hasta finalizar su contrato.
Seguros contra daños materiales o accidentes
Conocidos como seguros patrimoniales, son aquellos que cubren riesgos relacionados con el patrimonio de una persona, sea material o económico, ante cualquier accidente, siniestro o catástrofe. Se dividen normalmente en seguros de cosas y de responsabilidad. Los primeros cubren al asegurado en caso de pérdida directa, como consecuencia de un siniestro.
Los segundos se refieren a la cobertura de alguna
responsabilidad civil
en la que las personas pueden incurrir (daños a terceros, fianzas estipuladas en el contrato, acciones u omisiones del servicio doméstico, personas a las que se debe responder jurídicamente, entre otras).
Se consideran también dentro de esta clase los seguros de incendios, que cubren los bienes materiales definidos en el contrato en caso de incendio parcial o total; los seguros de automóvil, que cubren no solamente al titular sino a terceros, y a la vez compensan en caso de daños al automóvil o al usuario, entre otros menos comunes como seguros agrarios, de pérdidas pecuniarias, de robo, de transporte, multiriesgo, ingeniería, entre muchos otros.
Seguros de servicios
Los
seguros de servicios
son aquellos en que el asegurador se compromete, mediante cláusulas específicas, a prestar un determinado servicio a la persona asegurada.
Se incluyen en esta clase, por ejemplo, los seguros de defensa jurídica, en los que el asegurador protege al asegurado en los juicios o litigios que pueda tener, o directamente en los gastos que puedan generarse como consecuencia. El seguro de decesos, que cubre básicamente el servicio fúnebre, es decir, los gastos del sepelio del asegurado, o aquellos que se hayan estipulado en la póliza. El seguro de asistencia en carretera, que busca cubrir cualquier eventualidad que pueda ocurrirle a una persona durante un viaje por vía terrestre.
Generalmente, los seguros de servicios aparecen cuando aquel depende altamente de un riesgo específico. Son comunes, por ejemplo, aquellos en los que se requiere asistencia técnica de cualquier clase, sea en relación con automóviles o transporte, accidentes específicos, maquinaria especializada, entre otros.
Nuevos tipos de seguros
El desarrollo tecnológico, la transformación de los estilos de vida y la digitalización de la economía han impulsado la aparición de nuevos tipos de seguros en Ecuador. Estos productos vienen a satisfacer necesidades que hace poco eran marginales o inexistentes en el mercado asegurador nacional. A continuación, se presentan algunos de los más relevantes, con detalle de qué cubren, su contexto en el país y aspectos que debe tener en cuenta el cliente.
Seguro para Mascotas
Uno de los más demandados en los últimos años es el seguro para mascotas. En Ecuador, este tipo de póliza se ha popularizado a medida que las mascotas han pasado a considerarse miembros de la familia. Este seguro cubre gastos veterinarios por accidentes o enfermedades, tratamientos quirúrgicos, hospitalización, e incluso la muerte del animal por causas naturales o imprevistas.
Además, algunas pólizas incluyen responsabilidad civil por daños a terceros o asistencia telefónica veterinaria y traslado en caso de emergencia. Según datos locales, existen cerca de siete aseguradoras que ya ofrecen esta cobertura, con primas que oscilan entre los 15 y 70 dólares mensuales, dependiendo del tipo de mascota, su edad y el nivel de cobertura contratado. Esta tendencia refleja un cambio cultural importante: las familias buscan no solo cuidar de su mascota, sino también evitar gastos inesperados ante una emergencia veterinaria.
Seguros para motos
De manera paralela, el crecimiento del parque automotor de motocicletas ha impulsado la demanda de seguros específicos para motos. Estas pólizas están diseñadas para cubrir daños por accidentes, robo total o parcial, lesiones al conductor o al acompañante, responsabilidad civil frente a terceros y asistencia en carretera. Algunas incluyen coberturas adicionales como protección para cascos o vestimenta del conductor, y remolque del vehículo en caso de siniestro. Los precios varían de acuerdo con el cilindraje, el uso de la moto (personal o laboral), y su antigüedad. Este tipo de seguro ha cobrado relevancia porque cada vez más ecuatorianos utilizan la motocicleta como medio de transporte o herramienta de trabajo, y la cobertura básica del sistema público SPPAT no es suficiente para protegerlos ante todos los riesgos.
Seguros Agrícola
En el sector agropecuario, los seguros paramétricos y agrícolas avanzados han comenzado a transformar la forma en que los agricultores se protegen frente a los fenómenos climáticos. A diferencia de los seguros tradicionales, estos productos pagan indemnizaciones automáticas cuando se cumple un indicador previamente definido, como el exceso o la falta de lluvia. Esto permite realizar pagos más rápidos sin depender de evaluaciones complejas en campo. En Ecuador, el Ministerio de Agricultura y Ganadería junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) promueven este tipo de coberturas para cultivos como arroz y maíz, buscando proteger a los productores frente a las pérdidas por el cambio climático. Este modelo innovador facilita el acceso a seguros más justos y ágiles para pequeños y medianos agricultores, un sector históricamente vulnerable ante los desastres naturales.
Seguro de desempleo
Finalmente, los seguros de educación y desempleo han surgido como una alternativa importante para las familias que buscan estabilidad en su planificación financiera. Estos productos permiten garantizar la continuidad de los estudios en caso de fallecimiento o desempleo del representante económico, cubriendo el pago de matrículas, mensualidades o cuotas educativas. También existen variantes que otorgan subsidios temporales mientras la persona asegurada se reincorpora al mercado laboral. Aunque su penetración en Ecuador todavía es limitada, su desarrollo refleja una respuesta directa a los cambios del entorno laboral y a la creciente preocupación de los padres por asegurar la formación académica de sus hijos ante cualquier imprevisto.
El mundo cambia, y con él cambian también las formas de proteger lo que más valoramos. En Ecuador, los seguros han pasado de ser un respaldo exclusivo para situaciones excepcionales a convertirse en una herramienta cotidiana de previsión, estabilidad y bienestar. Hoy, las pólizas no solo cubren la salud o los bienes materiales, sino también los nuevos escenarios de la vida moderna: nuestras mascotas, nuestras motos, los dispositivos que usamos cada día o incluso nuestra seguridad digital.
Esta evolución demuestra que asegurar es mucho más que cumplir con una obligación: es una forma de cuidar el presente y anticiparse al futuro. Cada persona, familia o empresa tiene necesidades distintas, y el mercado asegurador ecuatoriano ofrece cada vez más alternativas personalizadas para responder a ellas.
En Seguros del Pichincha, estamos en camino hacia esta nueva generación de seguros, impulsando soluciones innovadoras que protejan todo tu ecosistema: tu vida, tu hogar, tu negocio y todo lo que forma parte de tu día a día. Creemos en una protección integral, moderna y accesible, pensada para acompañarte en cada etapa de tu vida.
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